Triduo a San José para pedir una gracia



I. San José, a ti acudo para que obtengas del Sagrado Corazón de Jesús la gracia que te pido...y así, por tu valiosa intercesión te agradeceré eternamente. Gloria al Padre...


II. Acuérdate que nadie en el mundo, por más pecador que haya sido, fue desilucionado en la fe y en la esperanza depositadas en ti; por el contrario, resplandecen las gracias y brillan los favores que tú otorgas a los afligidos. Muéstrate potente y generoso también conmigo y así diré: "Honor para siempre al Padre adoptivo de Jesús". Gloria al Padre...


III. Sublime jefe de la Sagrada Familia, te venero profundamente y de todo corazón te invoco. Dígnate consolar con tu ayuda mi alma dolorida que no encuentra descanso en medio de la angustia. San José, consolador de los afligidos, ten piedad de mi dolor.Gloria al Padre...

Novena a San José


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios Nuestro.

En el nombre del Padre, y del hijo, y del Espíritu Santo. Amén.


Oración para empezar todos los días

Oh gloriosísimo Padre de Jesús, Esposo de María, Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, a quien el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar, regir y defender en la tierra a la Sagrada Familia; protégenos también a nosotros, que pertenecemos, como fieles católicos, a la santa familia de tu Hijo que es la Iglesia, y alcánzanos los bienes necesarios de esta vida, y sobre todo los auxilios espirituales para la vida eterna. Alcánzanos especialmente estas tres gracias: la de no cometer jamás ningún pecado mortal, principalmente contra la castidad, la de un sincero amor y devoción a Jesús y María, y la de una buena muerte, recibiendo bien los últimos Sacramentos. Concédenos además la gracia especial que te pedimos cada uno en esta novena.


Pídase con fervor y confianza la gracia que se desea obtener.


Oración del día correspondiente

Día primero

Oh benignísimo Jesús así como consolaste a tu padre amado en las perplejidades e incertidumbres que tuvo, dudando si abandonar a tu Santísima Madre su esposa, así te suplicamos humildemente por intercesión de San José nos concedas mucha prudencia y acierto en todos los casos dudosos y angustias de nuestra vida, para que siempre acertemos con tu santísima voluntad.



Día segundo

Oh benignísimo Jesús, así como consolaste a tu padre amado en la pobreza y desamparo de Belén, con tu nacimiento, y con los cánticos de los Ángeles y visitas de los pastores, así también te suplicamos humildemente por intercesión de San José, que nos concedas llevar con paciencia nuestra pobreza y desamparo en esta vida, y que alegres nuestro espíritu con tu presencia y tu gracia, y la esperanza de la gloria.



Día tercero

Oh benignísimo Jesús, así como consolaste a tu amado padre en el doloroso misterio de la Circuncisión, recibiendo de él el dulce nombre de Jesús, así te suplicamos humildemente, por intercesión de San José, nos concedas pronunciar siempre con amor y respeto tu santísimo nombre, llevarlo en el corazón, honrarlo en la vida, y profesar con obras y palabras que tú fuiste nuestro Salvador y Jesús.



Día cuarto

Oh benignísimo Jesús, así como consolaste a tu padre amado de la pena que le causó la profecía de Simeón, mostrándole el innumerable coro de los Santos, así te suplicamos humildemente, por intercesión de San José que nos concedas la gracia de ser de aquellos para quienes tu sirves, no de ruina, sino de resurrección, y que correspondamos fielmente a tu gracia para que vayamos a tu gloria.



Día quinto

Oh benignísimo Jesús, así como tu amado padre te condujo de Belén a Egipto para librarte del tirano Herodes, así te suplicamos humildemente, por intercesión de San José, que nos libres de los que quieren dañar nuestras almas o nuestros cuerpos, nos des fortaleza y salvación en nuestras persecuciones, y en medio del destierro de esta vida nos protejas hasta que volemos a la patria.



Día sexto

Oh benignísimo Jesús así como tu padre amado te sustentó en Nazaret, y en cambio tú le premiaste en tu santísima compañía tantos años, con tu doctrina y tu dulce conversación, así te rogamos humildemente, por intercesión de San José nos concedas el sustento espiritual de tu gracia, y de tu santa comunión, y que vivamos santa y modestamente, como tú en Nazaret.



Día séptimo

Oh benignísimo Jesús, así como por seguir la voluntad de tu padre celestial permitiste que tu amado padre en la tierra padeciese el. vehementísimo dolor de perderte para tres días, así te suplicamos humildemente, por intercesión de San José, que antes queramos perder todas las cosas y disgustar a cualquier amigo, que dejar de hacer tu voluntad; que jamás te perdamos a ti por el pecado mortal, o que si por desgracia te perdiésemos te hallemos mediante una buena confesión.



Día octavo

Oh benignísimo Jesús, que en la hora de su muerte consolaste a tu glorioso padre, asistiendo juntamente con tu Madre su esposa a su última agonía, te suplicamos humildemente, por intercesión de San José, que nos concedas una muerte semejante a la suya, asistido de tu bondad, de tu Santísima Madre y del mismo glorioso Patriarca protector de los moribundos, pronunciando al morir vuestros santísimos nombres, Jesús, María y José.



Día noveno



Oh benignísimo Jesús, así como has elegido por medio de tu Vicario en la tierra a tu amado padre para protector de tu Santa Iglesia Católica, así te suplicamos humildemente por intercesión de San José, nos concedas el que seamos verdaderos y sinceros católicos, que profesemos sin error la fe católica, que vivamos sin miedo una vida digna de la fe que profesamos, y que jamás puedan los enemigos ni aterrarnos con persecuciones, ni con engaños seducirnos y apartarnos de la única y verdadera religión que es la Católica.



Oración final para todos los días

Oh custodio y padre de Vírgenes, San José, a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas, Jesús y María, te ruego y suplico me alcances que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto, a Jesús y a María. Amén.


Jesús, José y María
os doy mi corazón y el alma mía

Jesús, José y María
asistidme en mi última agonía.

Jesús, José y María
con Vos descanse en paz el alma mía.


Padrenuestro, Avemaría y Gloria


Antífona

Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba, de José.


V. San José, ruega por nosotros.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.


Oración

Oh Dios que con inefable providencia te dignaste escoger al bienaventurado José por Esposo de tu Madre Santísima; concédenos que, pues le veneramos como protector en la tierra, merezcamos tenerle como protector en los cielos. Oh Dios que vives y reinas en los siglos de los siglos. Amén.



Texto envíado por Enrique Navarro Lemmi

A ti recurrimos ( de Leon XIII)


A ti recurrimos en nuestra tribulación bienaventurado José, y después de implorar el socorro de tu Santísima Esposa, pedimos también confiadamente tu patrocinio. Por el afecto que te unió con la Inmaculada Virgen, Madre de Dios, y por el amor paternal con que trataste al Niño Jesús, te rogamos que nos auxilies para llegar a la posesión de la herencia que Jesucristo nos conquistó con su sangre, nos asistas con tu poder y nos socorras en nuestras necesidades.

Protege , oh prudentísimo guardián de la Sagrada Familia a la raza elegida de Jesucristo; presérvanos, oh Padre amantísimo, de toda mancha de error y corrupción; muestratenos propicio, y asístenos desde lo alto del cielo, oh poderosísimo libertador nuestro en la batalla que estamos librando contra el poder de las tinieblas. Y así como libraste al Niño Jesús del peligro de la muerte, defiende a ahora a la Santa Iglesia de Dios contra las asechanzas del enemigo y contra toda adversidad.

Concédenos tu perpetua protección, a fin de que , animados por tu ejemplo y tu asistencia, podamos vivir santamente, piadosamente morir y así alcanzar la eterna beatitud del cielo. Así sea.


Esta oración ha sido prescrita por S.S. Leon XIII, para después del rezo público del Rosario en el mes de octubre. Sin embargo, puede rezarse en cualquier época del año, empezándola así: A ti recurrimos en nuestra tribulación bienaventurado José, e imploramos confiadamente tu patrocinio, etc.

El mismo Pontífice, concedió indulgencia de siete años y siete cuarentenas por cada vez que se rece devotamente esta oración, después del rezo público del Rosario durante el mes de octubre y 300 días de indulgencia una vez por día, rezándola en cualquier otro tiempo del año.

Para pedir la Intimidad con Dios


Oh Patrono mío, San José, que viviste y caminaste constantemente en la presencia del Amor; castísimo Esposo de la Virgen, consagrado como Ella en holocausto a Jesús que os eligió para sí. Tú eres modelo de silencio adorante, de obediencia alegre y sincera a la Palabra. ¡Tú eres el contemplativo, cuya alma vivió de rodillas ante el Hijo del Padre! Tú que conoces los caminos de la oración: ilumíname y llévame de la mano hacia la Intimidad Divina. Revélame los secretos del Corazón de Jesús que reposó en tu seno, soñando con el seno del Padre. Hazme hijo de María, tu que viviste en su escuela de fidelidad y abandono. Tu corazón paternal y virginal que murió de amor en los brazos de Jesús y de María enamoren el mío, tan frío y frágil, para poder amar a Jesús como siempre lo amaste y serviste. Ayúdame a considerar la fecundidad de la Vida escondida con Cristo en Dios para que pueda gustar y comunicar a los hermanos lo preciosa que es la Misericordia del Señor y lo suave que es vivir en su Casa. San José maestro de oración ruega por mí.
Fray Marco Antonio Foschiatti, op

Oración para antes de la Comunión


¡Oh san José, esposo de María y padre adoptivo de Jesús! Infinitas gracias doy a Dios porque te escogió para tan altos ministerios y te adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Te ruego, por el amor que tuviste al divino Niño, me abrases en fervorosos deseos de verlo y recibirlo sacramentalmente, mientras en su divina Esencia lo vea y goce de él en el Cielo. Amén

Oración para los días Miércoles


José dulcísimo y Padre amantísimo de mi corazón, a ti te elijo como mi protector en vida y en muerte; y consagro a tu culto este día, en recompensa y satisfacción de los muchos que vanamente he dado al mundo, y a sus vanísimas vanidades. Yo te suplico con todo mi corazón que por tus siete dolores y gozos me alcances de tu adoptivo Hijo Jesús y de tu verdadera esposa María Santísima, la gracia de emplearlos a mucha honra y gloria suya, y en bien y provecho de mi alma. Alcánzame vivas luces para conocer la gravedad de mis culpas, lágrimas de contricción para llorarlas y detestarlas, propósitos firmes para no cometerlas más, fortaleza para resistir a las tentaciones, perseverancia para seguir el camino de la virtud; particularmente lo que te pido en esta oración y una cristiana disposición para morir bien. Esto es, Santo mío, lo que te suplico; y esto es lo que mediante tu poderoso intercesión, espero alcanzar de mi Dios y Señor, a quien deseo amar y servir, como tú lo amaste y serviste siempre, por siempre y por una eternidad. Amén.
*Una antigua tradición dedica los días Miércoles a honrar al Santo Patriarca.

Oración a San José para antes de la Santa Misa


Oh José Bendito, a quién se le concedió no sólo ver y escuchar a Diosa quien muchos reyes anhelaron ver y no vieron,anhelaron escuchar y escucharon;y además llevarle en tus brazos,abrazarlo, vestirlo, guardarlo y defenderlo.


V.: Ruega por nosotros, Oh José Bendito.

R.: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo.


Oh Dios, Tú que nos has dado un sacerdocio real,te pedimos que así como el Bendito José fue encontrado digno tocar con sus manos y llevar en sus brazos a Tu Hijo, nacido de la Virgen María, seamos también dignos, por la limpieza de nuestro corazón y la inocencia de nuestra vida, con devoción reverente compartir en este día el Cuerpo y Sangre de tu Hijo, y ser contados en este mundo entre quienes consideran dignos de recibir la recompensa eterna. Por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén.